Alguna vez habrás escuchado que es mejor el nitrógeno que el aire en tus neumáticos, pero… ¿te has preguntado por la razón?
Antes que nada, debes saber que el aire está compuesto por 78% de nitrógeno, 20% de oxígeno, 0.03% de dióxido de carbono, 0.94% de argón, 0.00123% de neón y otros componentes más mientras que el nitrógeno que se le inyecta a tus llantas es puro.
¿Por qué debes inflar tus llantas con nitrógeno?
Con el uso del nitrógeno, tus neumáticos evitan deformarse debido a que las moléculas no se expanden, este detalle es muy importante ya que, de llegar a suceder, tu llanta podría sufrir un desgaste irregular reduciendo su tiempo de vida útil.
Además, el nitrógeno no tiene humedad por lo que tampoco existirá contracción o presión en exceso por el efecto de la temperatura al ir en movimiento, esto ayuda a reducir el riesgo de que la llanta se reviente. Recuerda que los neumáticos, en ocasiones, alcanzan altas temperaturas en su interior debido al tiempo que has estado utilizándolas, por las condiciones de suelo o ambas. Por ejemplo, cuando sales de viaje en auto puedes llegar a recorrer grandes distancias y para que tus llantas tengan un extraordinario funcionamiento, lo ideal sería que estas sean infladas con nitrógeno para mantener una óptima temperatura en su interior evitando la presión en exceso.
Un beneficio más y como punto a favor del nitrógeno, es que reduce las posibilidades de oxidación de la llanta y rin debido a la falta de humedad que el oxígeno llega a provocar.
Pero claro, no todo está en contra del oxígeno, una de las desventajas más frecuentes del nitrógeno es la dificultad para reponerlo en tus llantas, entonces ¿porque deberías inflarlas con este gas? Tomando en cuenta que te será más fácil encontrar lugares en donde puedas inflar tus llantas con oxígeno, podrás mezclar ambos elementos, al neumático no le pasará nada, aunque de hacerlo debes estar consciente de que reduces los beneficios que este componente te brinda.
Recuerda que, aunque el nitrógeno te brinde estos beneficios, debes revisar periódicamente tus llantas para que conduzcas seguro en todo momento, de esta manera ahorrarás combustible y conseguirás que tu llanta alcance su promedio de vida estimado sin problemas.
